"SUSANA, JÓDETE"

Pocas ganas de escribir, por no decir ninguna. Así que seré muy breve, conciso y directo. Posiblemente también maleducado y grosero. Es decir, a la altura del tema del que hablaré.

Hace unas semanas, Pedro Sánchez volvía a convertirse en Secretario General del PSOE gracias a los votos de las denominadas "bases". Dejando de lado otras cuestiones interesantes, quisiera hacer referencia al llamado "lenguaje no verbal"; a lo que toda la vida se le ha llamado gestos, maneras y expresiones.

Comenzaré con el gesto impagable de Susana Díaz -la golpista vencida- cuando Sánchez le obliga de manera indirecta a estrecharle la mano. Ella eleva su brazo derecho y hace el gesto de golpearle la mano para contenerse en el último instante. En ese gesto se esconde, -a mi intender- un: cabrón, hijo de puta.

Los saltos, gritos y risas casi descontroladas de la mayoría que se hizo fuerte en Ferraz -también a mi entender- no obedecían a que hubiese ganado una tendencia política ni una propuesta de futuro. Era la alegría de quienes se vengaban de una afrenta, de quienes regresaban a donde fueron expulsados con malas artes.

Y, por último, me gustaría hacer mención a la casi "locura" en la que se encontraba sumida la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, apunto de "desatarse" y entrar en un pseudo "éxtasis orgiástico". Sólo hace falta ver con que pasión entonaba La Internacional. A mi entender -como siempre en este artículo- estaba sintiendo el placer que se alcanza cuando una mujer vence a una enemiga y traidora.

Por cierto, ¿creen que allí se cantó La Internacional? Personalmente, creo que se estaba entonando un: "Susana jódete". Y que si hubiesen estado en un estadio de fútbol, hubiese sido algo así como: "Si has perdido las primarias, Susana jódete; si has perdido las primarias, Susana jódete, lalalalalala...."

Por cierto, otro día habrá que hablar de Pedro Quevedo, el diputado de Nueva Canaria que hace un año proponía echar a Rajoy del gobierno por corrupto y ahora le aprueba los presupuestos. Nada nuevo bajo el sol, la misma basura en Catalunya, Madrid o Canarias.