top of page

Comencé a leer desde niño, como todos los niños, porque es a esa edad cuando nos enseñaban a leer y escribir en el colegio


En el instituto La Salzareda, en Santa Coloma –también conocido como la CIBA y donde pasé algunos de los mejores momentos de mi vida- estuvieron a punto de hacerme odiar la literatura. Me reenganché en la etapa universitaria cuando, por fin, me atreví con El Señor de los Anillos y, luego, Los Pilares de la Tierra


Todo cambió cuando leí Las uvas de la ira, de Steinbeck y la Montaña Mágica, de Thomas Mann. Atrás quedaron la fantasía, la edad media y los vampiros. Ya nada volvió a ser lo mismo. Desde entonces y hasta ahora, sólo me ha interesado la descripción de la realidad

 

He dedicado muchas horas –demasiadas- a libros de no ficción y menos de las que me hubiese gustado a otros géneros. ¿Ello me invalida para escribir narrativa? Para algún@s –no sé cuánt@s- posiblemente sí. ¿Haber escrito una novela me invalida para escribir no ficción? Para otr@s tantos posiblemente también


No quiero escribir sobre mí, ni mis experiencias ni esconderme tras ningún personaje. No quiero que el hecho de escribir se convierta en una terapia personal. ¿Volveré a publicar algo? No lo sé


¿Otros proyectos literarios? Sí y me hace mucha ilusión

Literatura

bottom of page